El río Uruguay se está convirtiendo en una nueva ruta para el tráfico de droga, un hecho que la Aduana argentina ha reconocido públicamente. El tema fue abordado en las últimas horas por el Presidente Luis Lacalle, consultado a este respecto durante la Fiesta del Caballo, mientras desde la vecina provincia de Entre Ríos, llegan denuncias e investigaciones al haberse encontrado bolsones arrojados desde el aire por avionetas que se desplazan a baja altura desde el oeste hacia el este. Se asegura que en la zona de Médanos, Urdinarrain y Gualeguay, se repiten estos "desembarques", a los que ha llegado tarde la Gendarmería que sólo ha podido encontrar los bolsones vacíos.
Pobladores de campos y de islas en la costa del río Uruguay dan testimonio del vuelo habitual de aviones que descienden en la zona o efectúan vuelos rasantes, así como lanchas que, amparadas en la oscuridad, navegan desde la costa argentina hacia algún punto del territorio uruguayo.
En los puentes internacionales, Gendarmería argentina ha secuestrado cargamentos de precursores químicos que se usan para elaborar cocaína y que llegaban de Argentina a Uruguay provenientes de Paraguay.
En el puerto de Fray Bentos operan buques paraguayos y recientemente el gobierno de nuestro país autorizó a Bolivia a usar sus instalaciones.
En Nueva Palmira la Prefectura uruguaya está controlando la zona con drones, mientras la Armada utiliza lanchas donadas por Estados Unidos, al tiempo que la Prefectura Argentina ha hecho conocer sus quejas en razón de que sus embarcaciones carecen de combustible para patrullar la extensa región que le corresponde.
Gendarmería de Gualeguaychú cuenta con sólo 120 efectivos y tiene guardadas numerosas motos en depósito, por falta de recursos.
El narcotráfico internacional tendría un punto central en Entre Ríos y todo indica que Gualeguaychú puede ser el centro de esa estrategia criminal por su ubicación geográfica y su cercanía con rutas nuevas y viejas que facilitarían ese comercio ilegal.